lunes, 19 de octubre de 2009

Psicología transpersonal, Maslow y Marketing

La psicología transpersonal es una corriente psicológica que estudia los aspectos transpersonales de la experiencia humana, la superación de uno mismo y la vida espiritual, y pretende -entre otras cosas- describir  e integrar a la teoría psicológica moderna la experiencia mística, comprendida como conversión religiosa, estados alterados de consciencia y trance, entre otras. Abraham Maslow fue uno de sus fundadores y pioneros. Maslow es recordado por su célebre piramide o jerarquía de las necesidades humanas. Ésta representa la condición humana como una pirámide de necesidades, en el cual cada escalón supone un nuevo grupo de necesidades que deben ser satisfechas antes de poder acceder a un nivel mayor. Los cinco escalones representan las necesidades fisiológicas, de seguridad, de amor y pertenencia, de estima y status y finalmente, de autorrealización.

Las necesidades fisiológicas hacen referencia a todo aquello necesario por nuestro cuerpo material para funcionar y hacerlo de un modo satisfactorio. Al ser satisfechas, las necesidades de seguridad deben dominar la conducta del individuo y esto implica hacer que el mundo sea un lugar ordenado, predecible, justo, consistente, familiar. Esto abre las puertas al mundo social y a las relaciones emocionales en general, a la pertenencia, la amistad, el amor y al vínculo con el otro, en general. Una falla al satisfacer este rango de necesidades puede provocar depresion o ansiedad, de manera tan fuerte incluso que el individuo puede llegar a dejar de lado la satisfacción de una necesidad de un peldaño inferior, como por ejemplo, la de alimentarse.
Posteriormente, el sujeto desea reconocimiento, respeto y estima. Esto se da a dos niveles; en un primer nivel la exigencia es externa, pero luego en el nivel mayor, la exigencia es interna y supone una exigencia propia del individuo para consigo mismo y si no logra concretarse pueden surgir problemas de autoestima. Finalmente, la necesidad de autorrealización es la necesidad de realizarse completamente como individuo y es -según Maslow- la necesidad concreta por la que todos los peldaños anteriores cobran sentido.

La Pirámide de Maslow fue una de los pilares del Marketing como ciencia. O mejor dicho, la Pirámide de Maslow es uno de los primeros estudios psicológicos utilizados para comprender los motivos de las acciones de los consumidores con el fin de aumentar las ventas, mediate el diseño del producto de acuerdo a las necesidades del consumidor.

La consecución de la autorrealización conduce a los que Maslow llama experiencias cúspide (peak experiences), estados estáticos teñidos de euforia, armonía y empatía, que muchas veces son caracterizados por sus participantes como poseedores de un valor místico, espiritual o religioso. Estas experiencias son aquellas que nos definen como personas en el más pleno de los sentidos, ya que nos constituyen moral y artísticamente. Negarle a una persona la posibilidad de desarrollar su más íntima esencia, significa asimismo negarle la posibilidad de constituirse plenamente como persona, con derechos y obligaciones, facultades y disciplina, gracia y solemnidad.

El Marketing posee total legitimidad como herramienta e incluso es necesario, ya que la brecha entre la producción -el producto- y el consumidor exige ser superada para la satisfacción de la necesidad. Sin embargo, el Marketing amenaza constantemente con exceder su naturaleza y constituirse  independiente de la necesidad, es decir, constituir necesidades. Te podés comer un plato de lentejas y un "manjar exquisito" de un restaurant careta y te satisfacen la misma necesidad, no necesitás leer Epicuro para enterarte.

¿Pero qué pasa con la autorrealización? La autorrealización es una acción simbólica. Plantar un árbol no significa alcanzar el nirvana; la autorrealización proviene de la realización de una potencia interna. Pero el Marketing erigido como organon pretende determinar cual es la acción del individuo: pretende decirle cuál es su naturaleza interna que debe desarrollar. El dominio del Marketing se limita empero al ámbito de las mercancías, sean materiales o simbólicas. La realización personal dista mucho de ser una mercancía, ya que no puede ser comprada ni vendida.

El impulso de autorrealización posee un objeto determinado, un ideal mediante el cual el individuo se sublima. El marketing, al intentar penetrar en la esfera de la autorrealización y de regirla mediante las leyes de oferta y demanda, se transforma en un obstáculo al impulso de autorrealización, pues pretende vaciar el contido del impulso y determinarlo según la oferta, según la moda, según lo que vulgarmente se conoce como "Marketing". El Marketing pretende así hacer de la autorrealización una mercancía, un objeto, algo regido por las caprichosas leyes del mercado; pero recordemos que lo que aquí está en juego es el ideal máximo del hombre, la razón de su vida.

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